El panteón de España y el arte funerario

El arte funerario, es una expresión conmovedora de la condición humana que ha acompañado a las civilizaciones a lo largo de toda la historia, manifestándose de diversas formas. Desde las pirámides de Egipto, hasta los cementerios modernos, el arte funerario nos cuenta la historia de cómo recordamos a los difuntos a través de manifestaciones artísticas. En España, esta tradición ha dado lugar a un rico patrimonio que se manifiesta en numerosos cementerios y panteones, destacando entre ellos el Panteón de España.

Este mausoleo, ubicado en el corazón de Madrid, se erige como un testimonio excepcional del arte funerario español, albergando obras de gran valor artístico y rindiendo homenaje a figuras ilustres de la historia del país. Acompáñanos a conocer en detalle el Panteón de España, sus lápidas y arte funerario más importante, y cómo se ha vuelto emblema de la nacionalidad.

Los panteones y el arte funerario

El concepto de panteón, un lugar dedicado al entierro de personajes ilustres, se remonta a la antigua Roma y otras civilizaciones antiguas. La palabra panteón proviene del griego Pantheon, que significa “templo de todos los dioses”, pues originalmente, más que un espacio funerario, los panteones eran considerados espacios para el culto.

Sabemos que, a lo largo de la historia, el modo en que se sepultaba a las personas para su descanso eterno, fue evolucionando y cambiando. Pero, durante el Renacimiento, con el interés creciente por el arte y la cultura clásica, se da un vuelco importante al tratamiento funerario, comenzando la tradición de las tumbas familiares ricamente decoradas para marcar estatus y memoria.

De ahí en adelante, para el siglo XIX, los cementerios pasaron a considerarse espacios monumentales, albergando arte funerario de gran belleza. De forma simultánea, con el auge del republicanismo, también surgieron los panteones nacionales, concebidos como lugares para honrar la memoria de personajes ilustres de la historia de un país.

El Panteón de París, por ejemplo, se convirtió en un símbolo de la nación francesa, y es en este ámbito que nace el Panteón de España en Madrid. Tratándose de un monumento funerario que honra a personajes destacados en diversas áreas, como políticos, escritores y científicos. Este panteón, construido a finales del siglo XIX, es una muestra del reconocimiento y la veneración de figuras importantes en la historia de España.

Una breve mirada a la historia del Panteón de España en Madrid

El Panteón de España, situado en el madrileño barrio de Salamanca, es un claro ejemplo de la riqueza del arte funerario español, pero también de cómo coinciden la política, la religión y el arte en un mismo contexto para dar vida a uno de los espacios funerarios más importantes del país.

Este mausoleo, de estilo neobizantino, fue construido a finales del siglo XIX por iniciativa de la reina María Cristina de Habsburgo-Lorena, con el objetivo de dar sepultura a personalidades ilustres de la historia de España, principalmente de la política y la sociedad. Su construcción tuvo lugar entre 1892 y 1899.

Originalmente, el panteón se construyó en el solar de la antigua basílica de Nuestra Señora de Atocha, un lugar con una profunda carga histórica y religiosa, con la intención de que sirviera como claustro de una nueva basílica, aunque finalmente este templo se construyó en un lugar separado.

El edificio fue diseñado por el arquitecto Fernando Arbós y Tremanti, bajo un estilo neo-medieval con reminiscencias del arte bizantino, caracterizado por el uso de arcos de herradura, cúpulas y decoración con mosaicos, le confiere al Panteón un aspecto distintivo y majestuoso. El Panteón de España, destaca por su imponente fachada y su cúpula central, mientras que en su interior se encuentran numerosas obras de arte funerario, entre las que destacan esculturas, relieves, vidrieras y mosaicos, realizados por famosos artistas de la época.

El Panteón de España alberga los restos de destacadas figuras de la política, la ciencia, la literatura y las artes, siendo no solo es un lugar de homenaje a figuras históricas, sino también un testimonio de la evolución política y social de España. Por tal razón, más que un símbolo funerario, se trata de un monumento histórico de gran importancia para toda la nación.

Arquitectura y escultura: El valor artístico del Panteón de España

Como hemos mencionado, más allá de albergar personajes ilustres, el Panteón de España, posee un valor artístico e histórico que le hace destacar como un monumento en sí mismo. Es un espacio donde la escultura y la arquitectura se complementan de forma maravillosa para crear un ambiente de solemnidad y recogimiento.  Las lápidas con esculturas, realizadas en mármol, bronce y otros materiales, representan a los personajes ilustres que allí descansan, así como alegorías de la muerte y la resurrección. Los relieves, por su parte, narran episodios de la vida de los difuntos o representan escenas bíblicas.

El Panteón de España tiene una estructura elegante y sólida, con una notable cúpula central que domina su silueta. Las cúpulas suelen estar decoradas con mosaicos y detalles dorados, añadiendo un toque de magnificencia. Posee una planta centralizada, junto con la cúpula que crea un espacio de gran belleza y armonía. Los mosaicos y las vidrieras, con sus ricos colores y sus elaborados diseños, contribuyen a crear una atmósfera de espiritualidad característica de este tipo de espacios y complementan precisamente el conjunto de esculturas que componen las lápidas y monumentos que albergan los restos de ilustres personajes.

Las lápidas más destacadas del Panteón de España

Además de su destacable arquitectura y su importancia monumental, el Panteón de España también exhibe una notable colección de lápidas y monumentos funerarios de gran valor artístico. Estas obras, creadas por escultores de renombre a finales del siglo XIX y principios del XX, representan un testimonio elocuente del arte funerario de la época, combinando elementos neomedievales con influencias de otros estilos.

A través de ellas, se perpetúa la memoria de los personajes allí enterrados, rindiéndoles homenaje y ofreciendo al visitante una profunda reflexión sobre la vida, la muerte y el legado, pero también se exponen ejemplos de movimientos artísticos, técnicas y tratamientos de materiales que quedarán para la historia.

A diferencia de otros panteones donde priman los grandes mausoleos individuales, en el Panteón de España encontramos una interesante combinación de sepulcros individuales con conjuntos escultóricos más elaborados que integran la lápida dentro de una composición mayor. A continuación, queremos contarte sobre algunas de las lápidas y conjuntos funerarios más destacados que alberga el Panteón de España:

Sepulcro de Antonio Cánovas del Castillo

Este es quizás uno de los conjuntos más imponentes del Panteón. Cánovas, figura clave de la Restauración borbónica, recibe un homenaje a la altura de su importancia política. El sepulcro, realizado por Mariano Benlliure, presenta una rica iconografía. La lápida, propiamente dicha, se encuentra inscrita en la base de un monumento que representa a España ofreciendo una corona de laurel al estadista. Rodeando la escena, encontramos alegorías de la Historia y el Derecho, dos pilares fundamentales en la trayectoria de Cánovas. La fuerza expresiva de las esculturas y la complejidad de la composición hacen de este conjunto una de las joyas del Panteón de España.

Sepulcro de Práxedes Mateo Sagasta

Práxedes Mateo Sagasta fue un prominente político español y presidente del Consejo de Ministros en varias ocasiones durante el reinado de Alfonso XII y la regencia de María Cristina de Habsburgo. Su monumento funerario fue realizado por Julio Antonio, destacando por su dinamismo y expresividad. Su lápida es un recordatorio de su significativa influencia en la política española del siglo XIX, representando a Sagasta en actitud oratoria con un gesto enérgico que transmite su pasión por la política.

Sagasta fue líder del Partido Liberal y jugó un papel clave en la restauración borbónica y en la elaboración de importantes leyes y reformas. Su tumba está decorada con inscripciones que destacan sus logros y su dedicación al servicio público.

Sepulcro de Eduardo Dato Iradier

Otro presidente del gobierno con un destacado monumento funerario es Eduardo Dato. Fue otro presidente del Consejo de Ministros que dejó una marca indeleble en la historia de España, siendo asesinado en 1921 mientras se encontraba en su coche. Su lápida en el Panteón de España está decorada con motivos que simbolizan su trágica muerte y su dedicación al país, presentando un estilo más sobrio y contenido en comparación con otros sepulcros como el de Cánovas.

La lápida se integra en un conjunto presidido por una figura femenina que simboliza a España, mostrando un gesto de dolor y recogimiento. Este detalle refleja el trágico final de Dato, quien promovió reformas laborales y sociales.

Sepulcro de Manuel Gutiérrez de la Concha, Marqués del Duero

Este monumento, obra de Agustín Querol, rinde homenaje al militar y político Manuel Gutiérrez de la Concha. El conjunto se centra en una figura yacente del Marqués, vestido con uniforme militar, sobre un lecho de piedra, mientras que la lápida se encuentra inscrita en la base del lecho, formando parte integral de la representación del descanso eterno del militar. La precisión en los detalles del uniforme y la serenidad que transmite la figura yacente confieren al conjunto un carácter solemne y respetuoso, además de evidenciar la maestría artística del escultor.

Sepulcro de José Canalejas

José Canalejas fue un importante político y presidente del Consejo de Ministros que también encontró un fin trágico cuando fue asesinado en 1912. En este caso, la lápida de Canalejas está cuidadosamente esculpida y refleja su contribución a la política española, especialmente en términos de modernización y secularización del Estado.

Sepulcro de Francisco Silvela

Otro presidente del Consejo de Ministros que llegó al reconocimiento dentro del Panteón de España. Fue político y escritor, jugando un papel fundamental en la política española del siglo XX. Su lápida destaca por su sobriedad y elegancia, reflejando su carácter y su enfoque en la política.

Mausoleo Colectivo

En el Panteón de España no solo podemos encontrar sepulcros individuales, sino también un mausoleo colectivo en el jardín del claustro, donde se encuentran los restos de diversas figuras relevantes del siglo XIX como Francisco Martínez de la Rosa, Diego Muñoz-Torrero, Juan Álvarez Mendizábal, José María Calatrava, Salustiano Olózaga y Agustín Argüelles, entre otros. Aunque no presenta la misma riqueza escultórica que los sepulcros individuales, este espacio representa un importante testimonio de la historia política española.

Otras manifestaciones del arte funerario en España

Si bien el Panteón de España es un sitio emblemático del arte funerario para los españoles, existen también otros lugares en los que el arte funerario se manifiesta de manera esplendorosa, dejando como legado arte, historia y cultura. Por ejemplo, existen numerosos cementerios históricos en España, como el Cementerio de la Almudena en Madrid, el Cementerio de Montjuïc en Barcelona o el Cementerio de San Amaro en A Coruña, los cuales albergan panteones y esculturas de gran valor artístico, reflejo de diferentes estilos arquitectónicos y escultóricos a lo largo de los siglos.

También pueden visitarse algunos conjuntos monumentales, como es el caso del Monasterio de El Escorial o la Catedral de Toledo, los cuales contienen capillas y sepulcros de reyes y nobles, con una rica decoración escultórica y heráldica. Si bien no tiene la connotación de Panteón Nacional con todo lo que ello implica, podemos también en este caso visitar tumbas de grandes figuras históricas de la nación.

Por último, existe una variada manifestación de arte funerario popular en muchas regiones de España, donde se conservan tradiciones de arte funerario local, como cruces de término, lápidas con inscripciones sencillas o nichos decorados con flores y objetos personales que igualmente merece la pena observar. Sin duda alguna, el arte funerario en España es un patrimonio diverso y rico que merece ser conocido y valorado.

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